Cuando surge la sospecha o el diagnóstico de una infección de transmisión sexual (ETS), lo primero que se siente suele ser inseguridad. Ese nerviosismo es normal, pero no tiene por qué detener la conversación. Aquí tienes pasos concretos para que puedas hablar de ETS de forma directa, sin rodeos y sin culpas.
Las ETS no desaparecen solas; tratarlas a tiempo evita complicaciones graves y frena su propagación. Hablar de ellas permite que todos los involucrados conozcan su estado, se hagan pruebas y tomen medidas de prevención. Además, abrir el tema reduce el estigma y ayuda a que la gente se sienta acompañada en lugar de aislada.
Escoge un momento tranquilo, sin interrupciones y sin presiones. Empieza con frases como "Me importa nuestra salud, ¿hablamos de nuestras pruebas de ETS?" o "Quiero que estemos seguros, ¿te parece bien hacernos un chequeo?". Usa un tono calmado y evita acusaciones; la idea es crear un espacio de confianza donde ambos puedan expresar dudas y temores.
Si la pareja se muestra insegura, comparte información breve y fiable: los síntomas más comunes, los métodos de detección y los tratamientos disponibles. Recordar que la mayoría de las ETS son tratables y que la detección temprana mejora los resultados ayuda a disipar el miedo.
Cuando ambos estén de acuerdo, acuerden una fecha para acudir a una clínica o farmacia. Llevar consigo la tarjeta sanitaria o la receta electrónica facilita el proceso. Si alguno necesita una receta, recuerden que los médicos están obligados a atender sin juzgar.
Hablar de ETS también implica discutir el uso de protección. Pregunta si usan preservativo de forma constante y, si no, explora las razones. Ofrece alternativas como preservativos de diferente tamaño o tipo, y habla sobre la vacuna contra el VPH si aún no la han recibido.
Si la conversación es con un amigo o familiar, adapta el lenguaje a la relación. Puedes decir "Necesito tu consejo porque estoy pensando en hacerme una prueba de ETS". La clave está en pedir apoyo, no en buscar culpables.
En el caso de hablar con un profesional de salud, llega preparado con una lista de preguntas: ¿Qué pruebas me recomiendan?, ¿Cuánto tiempo tarda el resultado?, ¿Qué tratamiento existe si da positivo? Los médicos valoran la honestidad y la claridad, así que sé directo sobre tus antecedentes y prácticas sexuales.
Finalmente, respeta la confidencialidad. La información sobre ETS es sensible y sólo debe compartirse con personas que realmente necesiten saberla. Usa canales seguros para enviar resultados o recordatorios, y evita publicar detalles en redes sociales.
Recuerda que hablar de ETS es un acto de cuidado propio y de los demás. Cada conversación bien hecha disminuye el riesgo, fortalece la confianza y contribuye a una vida sexual más sana.
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