Colirio: guía práctica para usar y comprar tus gotas para los ojos

Si alguna vez has sentido una picazón molesta o una visión borrosa, lo más probable es que hayas pensado en usar colirio. Pero, ¿sabes realmente qué es, para qué sirve y cómo aplicarlo sin equivocarte? En esta guía te lo explico de forma clara y sin rodeos, para que tomes la decisión correcta la próxima vez que necesites cuidar tus ojos.

Tipos de colirio y sus usos habituales

En el mercado existen varios tipos de colirio y cada uno tiene una función distinta. Los más comunes son:

  • Lubricantes o lágrimas artificiales: son los que se usan para aliviar la sequedad ocular, una sensación de arena o irritación leve.
  • Antibióticos: se recetan cuando hay una infección bacteriana, como una conjuntivitis.
  • Antiinflamatorios: ayudan a reducir la inflamación y el enrojecimiento después de una cirugía o una lesión.
  • Descongestionantes: actúan contra el enrojecimiento excesivo, pero no deben usarse a largo plazo porque pueden empeorar el problema.
  • Antialérgicos: convenientes si tus ojos sufren por polvo, polen o pelos de mascota.

Identificar cuál necesitas es clave. Si no estás seguro, lo mejor es consultar a un oftalmólogo o a tu farmacéutico.

Cómo aplicar el colirio sin errores

Aplicar gotas parece sencillo, pero muchos cometen errores que reducen su efectividad. Sigue estos pasos:

  1. Lávate bien las manos con agua y jabón antes de tocar el frasco.
  2. Inclina la cabeza ligeramente hacia atrás y baja el párpado inferior con el dedo índice para crear una pequeña bolsita.
  3. Sin tocar la punta del frasco con el ojo ni con la piel, aprieta una gota dentro de la bolsita.
  4. Cierra el ojo suavemente y presiona con el dedo el lagrimal (la zona interna del ojo) durante 1‑2 minutos. Esto evita que la gota se drene demasiado rápido.
  5. Repite el proceso si tu receta indica más de una gota o más de un ojo.
  6. Vuelve a tapar el frasco y guarda el colirio en un lugar fresco y seco.

Evita utilizar el mismo frasco por más de una semana si no tiene conservantes, y nunca compartas el colirio con otra persona.

Además, algunos colirios pueden causar visión borrosa temporalmente. Si vas a conducir, espera unos minutos antes de ponerte al volante.

¿Cuándo deberías consultar a un profesional?

El colirio alivia muchos problemas, pero hay señales de alerta que indican que es momento de ver al médico:

  • Dolor intenso o que empeora.
  • Visión muy borrosa que no mejora después de usar el colirio.
  • Secreción amarillenta, verde o con sangre.
  • Enrojecimiento que dura más de 48 horas.
  • Historia de lesiones o cirugías oculares recientes.

En esos casos, el tratamiento casero no es suficiente y podrías necesitar una receta específica o pruebas diagnósticas.

Comprar colirio de forma segura online

Hoy en día es muy fácil encontrar colirios en farmacias digitales, pero no todas son fiables. Aquí tienes algunos consejos para no caer en trampas:

  • Elige farmacias que soliciten receta médica cuando el producto lo requiera.
  • Comprueba que la web muestre datos de contacto claros y dirección física.
  • Revisa opiniones de otros usuarios y busca sellos de seguridad como “HTTPS” y “Verificado por autoridades sanitarias”.
  • Desconfía de precios demasiado bajos; pueden indicar productos falsificados.
  • Guarda el comprobante de compra y verifica el número de lote y la fecha de caducidad al recibir el producto.

Si sigues estos pasos, tendrás más garantías de que el colirio que compras es auténtico y está en condiciones óptimas.

En resumen, el colirio es una herramienta sencilla pero poderosa para mantener tus ojos cómodos y saludables. Conocer los tipos, saber aplicarlos bien y elegir una compra segura te ahorrará molestias y te ayudará a ver mejor cada día.

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