Medicamentos clave para controlar la hipertensión ocular

Calculadora de reducción de presión intraocular
Hipertensión ocular es una condición caracterizada por una presión intraocular (PIO) sostenidamente superior a 21mmHg sin daño aparente del nervio óptico. Aunque no siempre progresa a glaucoma, representa el principal factor de riesgo y, por tanto, su control farmacológico es esencial para preservar la visión.
¿Qué es la hipertensión ocular?
La presión intraocular se mide mediante tonometría y refleja el equilibrio entre la producción y el drenaje del humor acuoso. Cuando este equilibrio se altera, la presión puede subir y ejercer estrés sobre el nervio óptico, dañando sus fibras y reduciendo la visión periférica.
Los pacientes con hipertensión ocular suelen ser asintomáticos; la detección depende de exámenes rutinarios. La Asociación Americana de Oftalmología estima que aproximadamente 2millones de españoles adultos presentan PIO elevada, y cerca del 10% evoluciona a glaucoma en diez años.
Principales grupos de fármacos y su mecanismo de acción
Los colirios son la ruta más eficaz para bajar la PIO. Cada clase actúa sobre una fase distinta del drenaje del humor acuoso:
- Prostaglandinas (latanoprost, bimatoprost) aumentan la salida del humor acuoso a través de la vía uveoescleral, logrando reducciones de 25‑30% en la PIO.
- Betabloqueadores (timolol, betaxolol) disminuyen la producción del humor acuoso mediante la inhibición de los receptores β‑adrenérgicos en el epitelio ciliar.
- Inhibidores de anhidrasa carbónica (brinzolamida, dorzolamida) reducen la síntesis de bicarbonato, limitando la secreción acuosa.
- Agonistas alfa‑2 (brimonida) actúan como vasoconstrictores del cuerpo ciliar y disminuyen la producción de humor acuoso.
- Combinaciones fijas (latanoprost/timolol, brimonida/brinzolamida) ofrecen efectos sinérgicos y simplifican el esquema posológico.
Comparativa de los fármacos de primera línea
Clase | Eficacia media (% ↓ PIO) | Frecuencia de uso | Efectos secundarios más comunes |
---|---|---|---|
Prostaglandinas | 25‑30% | 1‑vez al día | Conjuntivitis, pigmentación del iris |
Betabloqueadores | 20‑25% | 1‑vez al día | Broncoespasmo, bradicardia |
Inhibidores de anhidrasa carbónica | 15‑20% | 2‑3veces al día | Iridociclitis, sabor metálico |
Agonistas alfa‑2 | 20‑25% | 1‑veces al día | Sueños vívidos, sequedad ocular |
Combinaciones fijas | 30‑35% | 1‑veces al día | Mezcla de efectos de los componentes |

Cómo elegir el fármaco según el perfil del paciente
La selección no es aleatoria; implica valorar factores clínicos y personales:
- Edad y comorbilidades: En pacientes mayores con enfermedad pulmonar, se prefieren prostaglandinas o agonistas alfa‑2 sobre betabloqueadores.
- Tipo de PIO: Si la presión se eleva por resistencia al drenaje uveoescleral, las prostaglandinas son la primera opción.
- Respuesta previa a tratamientos: La tolerancia a la irritación ocular guiará hacia formulaciones sin conservantes.
- Preferencias de dosificación: Una única administración nocturna favorece la adherencia, por lo que las prostaglandinas o combinaciones fijas son ideales.
El oftalmólogo también debe considerar la adherencia al tratamiento, que suele descender al 50% después de seis meses en regímenes con más de una aplicación diaria.
Estrategias para mejorar la adherencia
Varios enfoques prácticos han demostrado reducir el abandono:
- Educación personalizada: Explicar al paciente que cada gota equivale a conservar la visión.
- Uso de recordatorios digitales: Aplicaciones de salud que envían notificaciones a la hora del colirio.
- Elección de formulaciones preservante‑free: Disminuyen la irritación y la sensación de quemazón.
- Revisiones periódicas: Cada 3‑4meses se evalúan la PIO y la técnica de aplicación.
Un estudio español de 2023 mostró que la incorporación de recordatorios SMS aumentó la adherencia de pacientes con hipertensión ocular del 58% al 84%.
Monitorización y seguimiento clínico
Una vez iniciado el tratamiento, la monitorización es clave para ajustar la terapia:
- Tonometría: Medir la PIO a las 2‑4semanas y luego cada 3meses.
- Evaluación del nervio óptico: Tomografía de coherencia óptica (OCT) cada 6‑12meses.
- Revisión de efectos adversos: Preguntar por sequedad, visión borrosa o cambios en el color del iris.
- Adaptación de la terapia: Si la reducción de PIO es <15% o hay efectos intolerables, cambiar de clase o combinar fármacos.
El objetivo es mantener la PIO por debajo de 18mmHg en la mayoría de los pacientes, lo que reduce a hipertensión ocular el riesgo de progresión a glaucoma en más del 70%.
Perspectivas futuras y terapias emergentes
La investigación se centra en dos líneas principales:
- Fármacos de acción prolongada: Implantes de liberação lenta que pueden durar 6‑12meses, reduciendo drásticamente la carga de aplicación.
- Terapia génica: Ensayos con vectores AAV que aumentan la expresión de canales de drenaje, todavía en fase clínica.
Si bien estas opciones están a años de su uso generalizado, la creciente evidencia sugiere que el manejo farmacológico seguirá evolucionando hacia menos incomodidad y mayor eficacia.

Preguntas frecuentes
¿Qué diferencia hay entre hipertensión ocular y glaucoma?
La hipertensión ocular es una presión alta sin daño estructural del nervio óptico ni pérdida visual. El glaucoma implica, además de la presión elevada, daño progresivo del nervio y pérdida del campo visual.
¿Cuál es el colirio más efectivo para reducir la presión?
Las prostaglandinas, especialmente latanoprost, ofrecen la mayor reducción promedio (≈28%) con una única aplicación nocturna, lo que mejora la adherencia.
¿Puedo usar más de un colirio al día?
Sí, pero se debe espaciar al menos 5min entre gotas y preferiblemente alternar horarios para evitar sobrecarga de conservantes.
¿Los pacientes con asma deben evitar los betabloqueadores?
En la mayoría de los casos, los betabloqueadores tópicos tienen absorción sistémica mínima, pero si el asma es grave, es más seguro optar por prostaglandinas o combinaciones fijas sin betabloqueador.
¿Con qué frecuencia debo medir mi presión intraocular?
Después de iniciar o cambiar tratamiento, la primera medición se hace a las 2‑4semanas, y luego cada 3meses mientras la presión se mantenga estable.