Los antibióticos son fármacos que combaten bacterias. No curan virus, por lo que tomarlos por resfriados o gripe no ayuda. Si tu médico te los receta, es porque identifica una infección bacteriana que necesita tratamiento.
Usar un antibiótico cuando no corresponde acelera la resistencia bacteriana. Las bacterias aprenden a sobrevivir y, con el tiempo, los antibióticos pierden eficacia. Por eso es vital seguir la dosis y el tiempo que indica el profesional.
Existen varios grupos: penicilinas (como amoxicilina), cefalosporinas (por ejemplo cephalexina), macrólidos (azitromicina) y fluoroquinolonas (ciprofloxacino). Cada uno actúa mejor contra ciertos gérmenes. Por eso el médico elige el que más se adapta a tu infección.
Por ejemplo, la cephalexina se usa a menudo para infecciones de piel y vías respiratorias, mientras que la amoxicilina es frecuente en otitis y sinusitis. Conocer el nombre del antibiótico y su objetivo ayuda a entender por qué te lo recetaron.
En España, los antibióticos solo se venden con receta. Si buscas comprar online, verifica que la farmacia tenga licencia de la Agencia Española de Medicamentos. Desconfía de webs que ofrezcan antibióticos sin pedir tu receta; suelen ser falsos y peligrosos.
Revisa que la página muestre la información del profesional responsable y el número de registro. Compara precios, pero nunca elijas el más barato si la tienda no está acreditada. Un antibiótico de calidad es una inversión en tu salud.
Una vez lo tengas, sigue estas reglas: toma la dosis completa, no la interrumpas aunque te sientas mejor, y nunca compartas el medicamento con otra persona. Si olvidas una toma, tómala en cuanto lo recuerdes, pero sin duplicar la siguiente.
Los efectos secundarios pueden incluir diarrea, náuseas o erupciones cutáneas. Si notas una reacción grave como dificultad para respirar, busca ayuda médica al instante. Informar a tu doctor sobre cualquier alergia previa a penicilinas es esencial antes de iniciar el tratamiento.
Para reducir la resistencia, evita usar antibióticos para infecciones virales y no automedicarte. Si tienes dudas sobre la duración o la dosis, llama a tu farmacia o a tu médico; es mejor preguntar que arriesgarse.
En resumen, los antibióticos son herramientas poderosas cuando se usan correctamente. Conocer su tipo, seguir la receta al pie de la letra y comprar solo en farmacias online certificadas te protege a ti y a la comunidad. Cuida tu salud y la de los demás usando los antibióticos con responsabilidad.
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