Movimientos Involuntarios por Medicamentos: Cómo Reconocer y Tratar la Akatisia y el Síndrome de Piernas Inquietas

Movimientos Involuntarios por Medicamentos: Cómo Reconocer y Tratar la Akatisia y el Síndrome de Piernas Inquietas
11 diciembre 2025 0 Comentarios Braulio Aguirre

Herramienta de Detección de Akatisia

Esta herramienta te ayudará a identificar si tus síntomas podrían ser akatisia o similares al síndrome de piernas inquietas. Si experimentas estos síntomas, debes consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.

Importante: Esta herramienta no diagnostica. Es un indicador que ayuda a identificar si necesitas consultar con un médico.

Resultados

Primero responde las preguntas para ver el resultado.

Si estás tomando un antipsicótico y sientes que no puedes quedarte quieto, que tus piernas te piden moverse constantemente, o que tienes una angustia interna que solo se alivia caminando, no es solo ansiedad. Podría ser akatisia, un efecto secundario muy común pero mal entendido de muchos medicamentos. Y si confundes esta condición con un trastorno de ansiedad, el tratamiento puede empeorar lo que ya es insufrible.

¿Qué es la akatisia y por qué se confunde con ansiedad?

La akatisia es un trastorno del movimiento inducido por medicamentos, principalmente por antipsicóticos. Su nombre viene del griego akathisia, que significa "no poder sentarse". No es simplemente inquietud. Es una sensación intensa, casi torturante, de necesidad de moverse, especialmente cuando estás sentado. Muchos pacientes lo describen como un "dolor de inquietud" o como si tuvieran que "salir de su propia piel".

Cuando un médico ve a un paciente que se mueve constantemente, cruza y descruza las piernas, se levanta y se sienta una y otra vez, o camina en el mismo lugar, lo primero que piensa es: "Está ansioso". Entonces, aumenta la dosis del antipsicótico. Y eso hace que la akatisia se vuelva mucho peor. En casos documentados, pacientes han desarrollado pensamientos suicidas directamente por este error de diagnóstico. Un estudio de 2017 en la RACGP mostró que un paciente con akatisia inducida por haloperidol empezó a tener ideas suicidas tras aumentarle la dosis. La akatisia no es ansiedad. Es un efecto físico del medicamento en el cerebro.

¿Cómo se diferencia la akatisia del síndrome de piernas inquietas?

Ambas condiciones hacen que las piernas se muevan, pero son completamente distintas. El síndrome de piernas inquietas (RLS) suele aparecer por la noche, cuando estás en reposo. Hay una sensación incómoda en las piernas -como hormigueo, picazón o tirón- que se alivia al moverlas. Muchas veces está relacionado con niveles bajos de hierro o tiene un componente familiar.

La akatisia, en cambio, ocurre mientras estás sentado, y no es solo en las piernas. Es una inquietud generalizada por todo el cuerpo. No hay una sensación física específica en las piernas como en el RLS. Lo que sientes es una urgencia interna, incontrolable, de moverte. Y lo peor: los medicamentos que ayudan al RLS, como la levodopa, pueden empeorar la akatisia. Y lo que ayuda a la akatisia, como el propranolol o la clonazepam, no sirven para el RLS.

La clave está en el tiempo. La akatisia aparece dentro de las primeras 4 semanas de empezar o aumentar un antipsicótico. El RLS no tiene esa relación directa con medicamentos. Si empezaste a sentirte así después de cambiar de medicamento, la akatisia es la primera sospecha.

¿Qué medicamentos causan akatisia?

Los más peligrosos son los antipsicóticos de primera generación, como el haloperidol. Tienen una fuerte acción sobre los receptores de dopamina D2, y eso es lo que desencadena la akatisia. Pero también pueden causarla los antipsicóticos de segunda generación, como la risperidona o la olanzapina, aunque con menor frecuencia.

Pero no solo son antipsicóticos. Otros medicamentos comunes también pueden provocarla:

  • Metoclopramida (usada para náuseas y reflujo)
  • Algunos antidepresivos, especialmente los ISRS como la fluoxetina
  • Antieméticos como la domperidona
Un estudio de 2022 del NIMH encontró que entre el 20% y el 40% de los pacientes que toman antipsicóticos de primera generación desarrollan akatisia. En los de segunda generación, el porcentaje baja al 5%-15%. Pero como se usan mucho más, el número absoluto de casos es alto.

Escena dividida: un médico aumenta un medicamento mientras otro lo reduce, con un cerebro en equilibrio entre el caos y la calma.

¿Cómo se diagnostica la akatisia?

No existe un examen de sangre ni una resonancia que la confirme. El diagnóstico es clínico. El médico debe preguntar y observar.

La escala de Barnes (BARS) es la herramienta más usada. Evalúa dos cosas:

  1. La inquietud subjetiva: "¿Siente una necesidad irresistible de moverse?"
  2. El movimiento objetivo: ¿Cruza y descruza las piernas? ¿Se levanta y se sienta? ¿Camina en el mismo lugar? ¿Se mueve constantemente en la silla?"
Una buena pregunta para hacerle al paciente es: "¿Siente una tensión interna que lo obliga a moverse, incluso si no quiere?". Si la respuesta es sí, y empezó después de cambiar un medicamento, la akatisia es muy probable.

Muchos médicos no la reconocen porque no la enseñan bien. Un informe de 2022 de la AHRQ encontró que solo el 37% de los centros psiquiátricos en EE.UU. la evalúan rutinariamente. En España, la situación no es mucho mejor.

¿Cómo se trata la akatisia?

El tratamiento más efectivo es simple: reducir o suspender el medicamento que la causa. En muchos casos, como el del paciente del estudio de la RACGP, los síntomas desaparecen en 3 días al dejar el haloperidol.

Pero no siempre es posible. Si el paciente tiene una psicosis grave y no puede dejar el antipsicótico, hay otras opciones:

  • Propranolol: un beta-bloqueador. Se empieza con 10 mg dos veces al día. Funciona bien en más del 60% de los casos.
  • Clonazepam: una benzodiazepina. 0.5 mg por la noche puede aliviar la inquietud y mejorar el sueño.
  • Cyproheptadina: un antihistamínico con efecto antiserotoninérgico. 4 mg al día, útil en casos resistentes.
Algunos expertos, como el Dr. Stephen M. Stahl, recomiendan mantener el antipsicótico y añadir uno de estos medicamentos. Otros, como el Dr. Jonathan M. Meyer, insisten en que reducir la dosis es la mejor opción, incluso si eso implica un riesgo de recaída psicótica. No hay una respuesta única. Depende del paciente, de la gravedad de su enfermedad mental y de la intensidad de la akatisia.

Un pasillo surreal con frascos de medicamentos y extremidades brillantes que se mueven, simbolizando la akatisia y el diagnóstico erróneo.

¿Qué pasa si no se trata?

La akatisia no es solo incómoda. Es peligrosa.

La American Psychiatric Association advierte que la gravedad de la akatisia se relaciona directamente con el riesgo de:

  • Pensamientos suicidas
  • Agresividad
  • Violencia
  • Abandono del tratamiento
Un estudio de NAMI en 2022 con 1,247 pacientes mostró que el 68% de quienes tenían síntomas de inquietud fueron mal diagnosticados como ansiedad. Y el 42% de ellos tuvieron la dosis de su medicamento aumentada, lo que empeoró sus síntomas. Algunos pacientes dicen que prefieren volver a tener psicosis antes que seguir con akatisia.

Una paciente en un foro de Reddit escribió: "Mi médico decía que era ansiedad y duplicó mi Seroquel. Mi inquietud se volvió 10 veces peor. Solo cuando encontré akatisia en Wikipedia, supe lo que me pasaba".

¿Qué hay de nuevo en el tratamiento?

La ciencia está avanzando. En 2023, la International Parkinson and Movement Disorder Society lanzó una app para ayudar a los médicos a diagnosticar akatisia en minutos. Un estudio de JAMA Neurology en mayo de 2024 identificó patrones específicos en el EEG que aparecen antes de que los síntomas sean evidentes.

También hay nuevos medicamentos en prueba. El pimavanserin, que originalmente se usa para la psicosis en Parkinson, redujo la akatisia en un 62% en un ensayo clínico de 2023. Y en Harvard, están probando la estimulación magnética transcraneal como tratamiento no farmacológico.

Pero el mayor desafío sigue siendo la educación. El Dr. Christoph U. Correll predice que, sin mejorar la formación médica, la akatisia seguirá siendo una causa importante de fracasos en el tratamiento psiquiátrico durante al menos los próximos 10 años.

¿Qué debes hacer si crees que tienes akatisia?

Si estás tomando un antipsicótico o metoclopramida y sientes:

  • Una necesidad incontrolable de moverte
  • Una sensación de angustia interna que no se alivia con nada
  • Que te mueves sin querer, especialmente cuando estás sentado
  • Que tus síntomas empezaron después de cambiar de medicamento
No lo ignores. No lo atribuyas a la ansiedad. Habla con tu médico. Pídele que evalúe si puede ser akatisia. Lleva esta información. Muestra los síntomas que describes aquí. Si tu médico no la conoce, pide una segunda opinión con un neurólogo o psiquiatra especializado en trastornos del movimiento.

La akatisia no es rara. Es común. Y es tratable. Pero solo si la reconoces a tiempo.

¿La akatisia desaparece si dejo de tomar el medicamento?

En muchos casos, sí. Si la akatisia es aguda (apareció en los primeros días o semanas de tomar el medicamento), los síntomas suelen mejorar en unos días tras reducir o suspender el fármaco causante. En el caso del haloperidol, algunos pacientes se sienten mejor en 72 horas. Pero si la akatisia es crónica (más de 6 meses) o tardía (aparece después de meses o años), puede tardar semanas o incluso meses en desaparecer, y en algunos casos persiste de forma leve.

¿Puede la akatisia causar daño cerebral?

No hay evidencia de que la akatisia cause daño estructural en el cerebro. Sin embargo, el sufrimiento que provoca es profundo y puede llevar a consecuencias graves como depresión severa, aislamiento social, intentos de suicidio o abandono del tratamiento. El daño es psicológico y funcional, no neurológico. Pero eso no la hace menos real ni menos peligrosa.

¿Puedo tomar medicamentos para el RLS si tengo akatisia?

No. Los medicamentos que tratan el síndrome de piernas inquietas, como la levodopa, la pramipexol o la ropinirol, pueden empeorar la akatisia. Estos fármacos aumentan la actividad dopaminérgica, y la akatisia se origina precisamente por un desequilibrio en los sistemas dopaminérgicos. Usarlos puede intensificar la inquietud y la agitación. Si tienes ambos trastornos, el tratamiento debe ser muy cuidadoso y supervisado por un especialista.

¿Es la akatisia lo mismo que la discinesia tardía?

No. La discinesia tardía es otro efecto secundario de los antipsicóticos, pero es diferente. Mientras que la akatisia es una sensación interna de inquietud con movimientos voluntarios (aunque involuntarios en apariencia), la discinesia tardía son movimientos involuntarios y repetitivos, como mover la lengua, pestañear, masticar o sacudir la cabeza. Aparece después de meses o años de uso de antipsicóticos, no en las primeras semanas. Y no se alivia con propranolol o clonazepam, sino con medicamentos como valbenacina o deutetrabenazina.

¿Qué debo llevar a mi médico para que me entienda?

Lleva una lista clara: qué medicamentos estás tomando, cuándo empezaste a sentir los síntomas, cómo describirías la sensación (inquietud interna, necesidad de moverte, no puedes quedarte quieto), y qué movimientos observas en ti mismo (cruzar piernas, mover pies, caminar en el mismo sitio). Si puedes, graba un video corto de ti sentado y moviéndote. Muchos médicos no reconocen la akatisia hasta que ven los movimientos. No confíes en que te creerán solo con palabras. Demuéstralo.