Gota en Mujeres: Síntomas y Tratamiento Diferente

Cuando se habla de gota en mujeres, muchos piensan que es una enfermedad exclusiva de los hombres. Sin embargo, la realidad es muy distinta: las mujeres presentan variantes en los síntomas, en la forma de diagnóstico y, sobre todo, en el abordaje terapéutico. En este artículo descubriremos qué es la artritis gotosa, por qué se manifiesta de manera singular en el sexo femenino y qué estrategias permiten aliviar el dolor y prevenir futuros brotes.
Resumen rápido
- La gota afecta a mujeres principalmente después de la menopausia, cuando disminuye el estrógeno.
- Los síntomas más frecuentes en ellas son dolor en el pie, dolor lumbar y nódulos subcutáneos (tofos).
- El diagnóstico se basa en la medición del ácido úrico y, en casos dudosos, en la aspiración articular.
- El tratamiento combina fármacos uricosúricos, antiinflamatorios y una dieta baja en purinas.
- Prevención incluye hidratación, control de peso y evitar alimentos ricos en purinas.
¿Qué es la artritis gotosa?
Gota es una artritis inflamatoria crónica causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones. El exceso de este metabolito se debe a una producción aumentada o a una excreción renal insuficiente.
Los cristales forman pólipos microscópicos que irritan el tejido articular, provocando dolor intenso, enrojecimiento y edema. Con el tiempo, la deposición continua genera nódulos duros bajo la piel, conocidos como tofos, que pueden dañar huesos y cartílagos.
¿Por qué la gota se presenta de forma distinta en las mujeres?
Durante la edad reproductiva, los niveles de estrógeno favorecen la excreción renal del ácido úrico, lo que protege a la mujer joven. Al llegar a la menopausia, la caída hormonal reduce esta vía de eliminación y el riesgo de hiperglucemia se dispara.
Otros factores que incrementan la vulnerabilidad femenina incluyen:
- Uso prolongado de diuréticos para hipertensión o edema.
- Obesidad central, más frecuente en la posmenopausia.
- Condiciones metabólicas como diabetes tipo 2.
- Historia familiar de hiperuricemia.
Estas variables hacen que la presentación clínica difiera del típico dolor agudo del dedo gordo del pie que ocurre en los hombres.
Síntomas y diferencias de género
En las mujeres, los episodios de gota pueden iniciar en articulaciones menos esperadas, como el tobillo, la rodilla o incluso la columna lumbar. Además, el dolor tiende a ser menos súbito y más difuso, lo que retrasa el reconocimiento del cuadro.
Los signos más habituales son:
- Dolor articular intenso, que empeora por la noche.
- Rigidez matutina que dura más de una hora.
- Hinchazón y calor local, a veces acompañado de eritema.
- Formación de tofos en el codo, mano o pierna tras ataques recurrentes.
- Fiebre baja en brotes prolongados.
Una característica distintiva es la mayor prevalencia de síntomas renales, como cálculos de ácido úrico, que pueden acompañar la enfermedad en la mujer.

Diagnóstico preciso
El diagnóstico de gota se confirma mediante tres pilares:
- Análisis de sangre: determinar la concentración de ácido úrico en suero. Valores superiores a 7 mg/dL en mujeres sugieren hiperuricemia.
- Examen articular: extracción de líquido sinovial para observar cristales negativos birefringentes bajo microscopio polarizado.
- Imágenes complementarias: ecografía o ultrasonido que revelan depósitos de cristales en la superficie articular (signo del “doble contorno”).
En casos donde la prueba de ácido úrico sea normal durante un ataque, la recomendación es repetir la medición entre episodios o recurrir a la aspiración articular.
Tratamiento adaptado a la mujer
El objetivo del manejo es aliviar el dolor agudo, reducir los niveles de ácido úrico y prevenir complicaciones a largo plazo.
Fase aguda
- Colchicina: dos a cuatro dosis de 0.5 mg cada 6-8 h, ajustada a la función renal.
- Anti‑inflamatorios no esteroides (AINE) como naproxeno 500 mg cada 12 h, evitando en pacientes con enfermedad gastrointestinal.
- Esteroides sistémicos (prednisona 30‑40 mg al día) cuando colchicina o AINE están contraindicados.
Control crónico
Para mantener el ácido úrico bajo 6 mg/dL, se recurre a fármacos uricosúricos y modificadores del estilo de vida.
Fármaco | Mecanismo | Ventajas en mujeres | Consideraciones |
---|---|---|---|
Alopurinol | Inhibe la xantina oxidasa | Eficaz y de bajo coste | Riesgo de rash en pacientes con antecedentes de alergia |
Febuxostat | Inhibe la xantina oxidasa de forma selectiva | Mejor tolerancia gastrointestinal | Precaución en enfermedad cardiovascular |
Probenecid | Incrementa la excreción renal de ácido úrico | Útil en mujeres con buena función renal | Puede interactuar con antibióticos y antiinflamatorios |
La elección depende de la función renal, comorbilidades y tolerancia. En la mujer posmenopáusica, se prefiere iniciar con alopurinol a dosis bajas (100 mg/día) y titular gradualmente.
Dieta y estilo de vida
Una alimentación estratégica es crucial. Se recomienda:
- Reducir alimentos ricos en purinas como vísceras, mariscos y carnes rojas.
- Aumentar la ingesta de lácteos bajos en grasa, que favorecen la excreción del ácido úrico.
- Beber al menos 2‑3 litros de agua al día para diluir la concentración sérica.
- Controlar el peso mediante ejercicio moderado (caminar, natación) al menos 150 minutos semanales.
- Limitar el consumo de alcohol, sobre todo cerveza y licores destilados.
Los estudios de cohortes españoles muestran que una dieta mediterránea rica en frutas, verduras y aceite de oliva reduce el riesgo de brotes en un 30%.
Prevención y cuidados cotidianos
La prevención se basa en la combinación de medidas farmacológicas y no farmacológicas:
- Monitorear trimestralmente los niveles de ácido úrico.
- Realizar exámenes de función renal y hepática antes de iniciar terapia crónica.
- Adoptar hábitos de hidratación y actividad física.
- Evitar el uso prolongado de diuréticos, o bien, combinar con un uricosúrico bajo supervisión médica.
- Controlar comorbilidades como hipertensión, diabetes y dislipemia, que pueden empeorar la hiperuricemia.
En caso de un nuevo episodio, el paciente debe acudir al servicio de urgencias para recibir colchicina o AINE y evitar la progresión a daño articular permanente.
Preguntas frecuentes
¿Por qué la gota aparece después de la menopausia?
El descenso de estrógenos reduce la excreción renal de ácido úrico, lo que eleva su concentración en sangre y favorece la precipitación de cristales.
¿Es seguro usar alopurinol durante el embarazo?
El alopurinol está clasificado como categoría C; solo se prescribe si los beneficios superan los riesgos y siempre bajo control obstétrico.
¿Qué alimentos debo evitar?
Carnes rojas, vísceras, mariscos, sardinas, anchoas, bebidas alcohólicas (especialmente cerveza) y alimentos muy procesados con alto contenido de fructosa.
¿Cuánto tiempo tarda en bajar el ácido úrico con colchicina?
La colchicina actúa sobre la inflamación aguda, pero no reduce los niveles de ácido úrico. Para bajar esos niveles se requieren uricosúricos como alopurinol o febuxostat.
¿Los suplementos de vitamina C ayudan a prevenir la gota?
La vitamina C aumenta la excreción renal de ácido úrico; dosis de 500mg al día pueden aportar un pequeño beneficio, aunque no sustituyen el tratamiento farmacológico.
Mara Melul
septiembre 28, 2025 AT 11:26Vaya, leer esto me dejó con el corazón en un puño 😢. La gota en mujeres es una batalla silenciosa que pocos reconocen. Es injusto que el sistema de salud siga minimizando el dolor de las señoras postmenopáusicas. Necesitamos más investigación y una mayor conciencia, ¡no más silencios! 💪