Corticosteroides y Diabetes: Cómo Manejar la Hiperglucemia Inducida por Esteroideos
Evaluador de Riesgo de Hiperglucemia por Corticosteroides
Introduzca sus factores de riesgo para calcular su riesgo relativo de hiperglucemia inducida por corticosteroides.
¿Por qué los corticosteroides suben el azúcar en sangre?
Si te recetaron corticosteroides como prednisona o dexametasona para tratar una inflamación, asma grave o una enfermedad autoinmune, y de repente te dices: «¿Por qué mi glucosa está tan alta ahora?», no estás solo. Más del 30% de las personas que toman dosis altas de estos medicamentos desarrollan hiperglucemia, incluso si nunca tuvieron diabetes antes. Esto no es un error de medición ni un mal hábito alimentario. Es un efecto directo de cómo funcionan los corticosteroides en tu cuerpo.
Estos fármacos imitan a las hormonas naturales que tu adrenalina produce en situaciones de estrés. Pero cuando se usan en dosis altas o por mucho tiempo, alteran la forma en que tu cuerpo maneja la glucosa. En el hígado, estimulan la producción de azúcar hasta en un 40%. En los músculos, bloquean la acción de la insulina, haciendo que las células no puedan absorber la glucosa. En el páncreas, reducen la secreción de insulina entre un 20% y un 35%. Y en la grasa abdominal, aumentan la liberación de ácidos grasos que empeoran aún más la resistencia a la insulina. Es un ciclo cerrado: más glucosa en la sangre, menos insulina disponible, y menos capacidad de usarla.
¿Quién tiene más riesgo de desarrollar diabetes por corticosteroides?
No todos reaccionan igual. Algunas personas pueden tomar prednisona durante semanas sin que su glucosa se descontrole. Otras, con dosis más bajas, ven un salto rápido. Los factores que aumentan el riesgo son claros y bien documentados:
- Tomar más de 7,5 mg diarios de prednisona (o equivalente): el riesgo se triplica.
- Usar dexametasona: es 6 a 8 veces más potente que la prednisona en provocar hiperglucemia.
- Tener sobrepeso (IMC ≥25): el riesgo sube un 2,5 veces.
- Tener más de 50 años: el riesgo se multiplica por 3,1.
- Tener antecedentes familiares de diabetes: riesgo 2,7 veces mayor.
- Haber tenido diabetes gestacional: riesgo 4,3 veces mayor.
- Tener insuficiencia renal (eGFR <60): riesgo 3,8 veces mayor.
Y no solo importa la dosis. Cada 5 mg adicionales de prednisona aumentan el riesgo en un 18%. Si tomas corticosteroides más de dos semanas, el riesgo crece un 12% por semana adicional. Esto no es teoría. Es lo que ven los médicos en hospitales y consultorios todos los días.
¿Cómo se manifiesta la hiperglucemia inducida por esteroideos?
Algunas personas sienten los síntomas clásicos: sed intensa, orinar mucho, cansancio extremo, visión borrosa. Pero aquí está el problema: casi el 40% de los casos son asintomáticos. No hay señales. Solo se descubren por accidente, durante un control de rutina.
Y hay un engaño común: muchos síntomas de los corticosteroides se parecen a los de la hiperglucemia. Aumento de hambre, ganancia de peso (2,5 a 4 kg en el primer mes), cambios de humor, hinchazón. ¿Es la medicina o es la glucosa? Es difícil saberlo sin medir. Por eso, los pacientes que reportan mejor experiencia son aquellos que empezaron a controlar su glucosa desde el primer día, incluso si no tenían síntomas.
En redes como Reddit, muchos cuentan que nadie les avisó. El 68% de los que comentaron dijeron que su médico no les mencionó el riesgo. Y cuando finalmente se les diagnosticó, ya llevaban 9 días con glucosas altas. Eso no es negligencia, es falta de protocolo. Y es algo que se puede cambiar.
¿Cuándo y cómo medir la glucosa si estás en corticosteroides?
Si tomas 20 mg o más de prednisona al día (o equivalente), se recomienda medir la glucosa al menos dos veces al día: en ayunas y 2 horas después de la comida principal. Pero no basta con medir. Hay que entender el patrón.
La glucosa no sube inmediatamente. Suele picar entre 4 y 8 horas después de tomar la dosis matutina. Por eso, si tomas prednisona a las 8 a.m., el pico de glucosa llega entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde. Medir solo en ayunas no te da toda la historia. Necesitas ver cómo reacciona tu cuerpo a lo largo del día.
La guía práctica del NIH recomienda iniciar tratamiento farmacológico si:
- La glucosa en ayunas supera los 140 mg/dL (7,8 mmol/L).
- La glucosa aleatoria supera los 180 mg/dL (10,0 mmol/L).
Si ya tenías diabetes tipo 2, es probable que necesites hasta un 100% más de insulina durante el tratamiento. No es un error. Es la respuesta normal de tu cuerpo a la resistencia inducida por el esteroide.
¿Qué tratamientos se usan para controlar la glucosa en este caso?
La clave está en elegir el medicamento adecuado para un problema temporal. No se trata de tratar diabetes tipo 2. Se trata de manejar una alteración metabólica causada por un fármaco.
La insulina es la primera opción. Es la más predecible y segura. La insulina basal (como glargina o detemir) controla el azúcar entre comidas y durante la noche. La insulina rápida (como aspart o lispro) se usa para cubrir las comidas. La dosis se ajusta según la cantidad de prednisona: por cada 10 mg adicionales por encima de los 20 mg diarios, se aumenta la insulina basal en un 20%.
Las sulfonilureas (como glibenclamida o glimepirida) pueden usarse porque estimulan la producción de insulina. Pero tienen un gran peligro: cuando se deja de tomar el corticosteroide, el páncreas sigue produciendo insulina, y eso puede causar hipoglucemias graves. El 37% de los eventos adversos relacionados con sulfonilureas ocurren durante la reducción de la dosis del esteroide.
Los GLP-1 (como liraglutida o semaglutida) están en estudio. Los primeros resultados del ensayo GLUCO-STER muestran que reducen el riesgo de hipoglucemia en un 28% comparado con la insulina. Pero aún no son la opción estándar. La insulina sigue siendo la más confiable.
¿Cuánto tiempo dura la hiperglucemia después de dejar los corticosteroides?
Una de las mayores preocupaciones de los pacientes es: «¿Voy a tener diabetes para siempre?» La buena noticia es: no, casi nunca.
En la mayoría de los casos, la glucosa vuelve a la normalidad entre 3 y 5 días después de dejar el corticosteroide. En algunos, puede tomar hasta 2 semanas, especialmente si la dosis fue muy alta o el tratamiento fue prolongado. Pero si tu páncreas funcionaba bien antes, volverá a hacerlo.
El problema es que muchos pacientes siguen tomando medicamentos para la diabetes incluso después de dejar los esteroideos. El 63% de los que respondieron en encuestas continuaron con pastillas o insulina innecesariamente. Eso los pone en riesgo de hipoglucemias, cansancio, mareos y caídas. No es una buena práctica. Es un error de seguimiento.
Lo ideal es: monitorear la glucosa durante 2 semanas después de dejar el medicamento. Si en 2 días consecutivos la glucosa está por debajo de 100 mg/dL en ayunas y menos de 140 mg/dL después de comer, puedes dejar los medicamentos. Pero siempre bajo supervisión médica.
¿Qué hay de nuevo en el manejo de esta condición?
La ciencia no se detiene. En 2023, la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes lanzó una app llamada STEROID-Glucose. Funciona como un asistente: introduces la dosis de tu corticosteroide y tu glucosa, y te dice cuánta insulina necesitas. En pruebas piloto, redujo los episodios de hiperglucemia en un 32%.
También hay medicamentos en desarrollo que podrían cambiar todo. Un compuesto llamado XG-201, que actúa como un modulador selectivo del receptor de glucocorticoides, logró reducir la hiperglucemia en un 65% en comparación con la prednisona, manteniendo su efecto antiinflamatorio. Ya está en fase II. En unos años, podría ofrecer el mismo control de la inflamación sin el costo metabólico.
Y no olvidemos el futuro cercano: los corticosteroides se usan cada vez más en terapias contra el cáncer, como las células CAR-T. En esos casos, hasta el 85% de los pacientes desarrollan hiperglucemia. Esto no es una rareza. Es una nueva realidad que los médicos deben anticipar.
¿Qué debes hacer si te recetan corticosteroides?
No te asustes. Pero sí prepárate.
- Pídele a tu médico que te explique el riesgo de hiperglucemia. Si no lo hace, pregúntalo tú.
- Pídele una orden para medir tu glucosa en casa. No esperes a que te digan.
- Compra un glucómetro y aprende a usarlo. No necesitas uno caro. Uno básico funciona.
- Registra tus lecturas: ayunas, después de comer, y 6 horas después de tomar el esteroide.
- No ignores síntomas como sed excesiva o fatiga. No los atribuyas solo al medicamento.
- Si te recetan insulina, aprende cómo ajustarla. Pide educación diabetológica.
- Después de dejar el esteroide, sigue midiendo durante 2 semanas. No asumas que todo se arregla solo.
Esta no es una enfermedad que se cura con pastillas. Es una respuesta fisiológica que se maneja con atención, conocimiento y acción temprana. El control no es opcional. Es necesario para evitar complicaciones graves como el estado hiperosmolar hiperglucémico, que tiene una tasa de mortalidad del 15-20%.
¿Qué pasa si no controlas la glucosa?
La hiperglucemia no es solo un número alto. Es un peligro real. Cuando la glucosa se mantiene por encima de 250 mg/dL durante días, el cuerpo empieza a descomponer grasa para energía. Esto produce cetonas. En algunos casos, eso lleva a cetoacidosis diabética. En otros, especialmente en adultos mayores, se desarrolla el estado hiperosmolar hiperglucémico: una deshidratación extrema, confusión, coma. Ambos son emergencias.
Y no es solo el riesgo agudo. La hiperglucemia crónica durante el tratamiento puede dañar vasos sanguíneos, nervios y riñones, incluso si después se normaliza. Por eso, no se trata de «esperar a que pase». Se trata de proteger tu cuerpo mientras tomas un medicamento que salva vidas.
Julio Santos
diciembre 8, 2025 AT 04:14Me pasó esto con la prednisona tras una neumonía. Me subió la glucosa a 220 sin haber tenido nunca problemas. Lo peor fue que no lo asocié al medicamento hasta que el endocrino me lo dijo. No es culpa tuya, es química pura.
Ya lo sabía, pero verlo así, tan claro, me dio paz.