Captura regulatoria: cómo la industria influye en las agencias gubernamentales

Captura regulatoria: cómo la industria influye en las agencias gubernamentales
16 noviembre 2025 15 Comentarios Braulio Aguirre

¿Alguna vez te has preguntado por qué las agencias encargadas de protegerte -como las que regulan la comida, la energía o los medicamentos- parecen actuar más en beneficio de las empresas que en el tuyo? Eso no es casualidad. Se llama captura regulatoria, y es un problema real, documentado y profundamente arraigado en muchos sistemas de gobierno.

¿Qué es la captura regulatoria?

La captura regulatoria ocurre cuando una agencia gubernamental, creada para proteger al público, termina sirviendo a los intereses de las industrias que debería controlar. No siempre es corrupción abierta. A menudo es más sutil: reguladores que pasan años trabajando con las mismas empresas, que asisten a sus reuniones, que leen sus informes técnicos, que terminan pensando como ellos. Con el tiempo, la lealtad cambia. El objetivo ya no es proteger a los consumidores, sino mantener el statu quo que beneficia a las grandes corporaciones.

Este fenómeno no es nuevo. Desde 1887, cuando la Comisión de Comercio Interestatal (ICC) en Estados Unidos fue creada para proteger a los agricultores de los monopolios ferroviarios, hasta hoy, hemos visto cómo las mismas agencias que deberían controlar a los poderosos terminan actuando como sus aliados. Para 1900, la ICC ya estaba subiendo tarifas cuando los ferrocarriles lo pedían. No era un error. Era un patrón.

¿Cómo se logra la captura?

Hay tres formas principales en que la industria logra capturar a las agencias reguladoras.

  • Captura materialista: Esto incluye el famoso "puerto giratorio" (revolving door), donde altos funcionarios dejan el gobierno para trabajar en las empresas que antes regulaban. Entre 2008 y 2018, el 53% de los altos funcionarios del Departamento de Defensa de EE.UU. se unieron a la industria de la defensa dentro de un año de salir del gobierno. También incluye donaciones políticas, sobornos y la presión para mantener el presupuesto de la agencia, que muchas veces depende de la buena voluntad de la industria.
  • Captura cultural: Aquí no hay dinero de por medio. Solo tiempo. Reguladores que pasan años interactuando con ejecutivos de empresas terminan desarrollando empatía por ellos. Comienzan a entender sus preocupaciones, a justificar sus decisiones, a ver sus puntos de vista como razonables. La complejidad técnica también juega un papel clave. ¿Cómo puede un regulador entender los detalles de un algoritmo de inteligencia artificial o una cadena de bloques si la industria es la única que tiene los datos y los expertos?
  • Asimetría de información: Las empresas saben más. Mucho más. Y las agencias, por falta de recursos o personal calificado, dependen de ellas para obtener los datos que necesitan para tomar decisiones. Es como si el juez le pidiera al acusado que le diera las pruebas de su propia inocencia.

Además, en sistemas federales como el de EE.UU. o Canadá, las empresas pueden hacer "turismo regulatorio": buscar el estado o la agencia más blanda. Si un regulador en California es estricto, la empresa se muda a Texas. Eso multiplica la captura. Estudios muestran que en sectores con múltiples reguladores, la captura es un 37% más común.

Puerta giratoria en forma de serpiente con exfuncionarios entrando a corporaciones, mientras ciudadanos observan desde lejos.

Ejemplos reales: cuando la regulación falla

Los casos no son teoría. Son hechos.

Antes de la crisis financiera de 2008, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) tenía relaciones de "puerto giratorio" con el 87% de las principales firmas de Wall Street que regulaba. Eso no fue un accidente. Fue una estructura. Y como resultado, no vio venir el colapso de $23 billones en derivados.

En el Reino Unido, la agencia de impuestos HMRC firmó acuerdos secretos con 1.842 empresas multinacionales entre 2012 y 2019. Cada uno les ahorró en promedio £427 millones. Mientras tanto, el público seguía creyendo que las empresas pagaban un 19% de impuestos. La realidad era otra.

En la industria energética, Ofgem en el Reino Unido aprobó aumentos de $17.8 mil millones en las facturas de los consumidores entre 2015 y 2020 para "mejorar la red". Pero las empresas energéticas mantuvieron márgenes de ganancia del 11.2%, mucho más que el 6.8% permitido. ¿Quién pagó? Los hogares. ¿Quién ganó? Las corporaciones.

Y luego está el azúcar. En EE.UU., los consumidores pagan tres veces más de lo que vale el azúcar en el mercado mundial. Eso suma $3.9 mil millones al año. Pero solo 4.318 productores de azúcar se llevan $1.2 mil millones en ganancias extra. El resto de los 330 millones de estadounidenses pagan unos $33 cada uno. Nadie protesta mucho, porque el costo individual es pequeño. Pero el beneficio para unos pocos es enorme. Ese es el modelo perfecto de captura: beneficios concentrados, costos dispersos.

¿Por qué no se hace nada?

La respuesta está en la teoría de la elección pública. Grupos con intereses concentrados -como las grandes empresas- invierten millones en lobby, donaciones y contratación de exfuncionarios. Los consumidores, en cambio, están dispersos. Nadie se molesta en organizar una campaña para salvar $33 al año. Así que las empresas ganan. Siempre.

Según estudios, los grupos industriales gastan 17.3 veces más por persona en lobby que los grupos de consumidores en países de la OCDE. En EE.UU., las empresas gastan 22.4 veces más en contribuciones políticas que los grupos de consumidores. Y cuando las agencias tienen menos de un 30% de supervisión por parte del Congreso, la probabilidad de captura se multiplica por 4.2.

Las leyes existen. El Acta de Ética en el Gobierno de 1978 en EE.UU. exige un periodo de "enfriamiento" antes de que un exfuncionario pueda trabajar para una empresa regulada. Pero el 41% de las violaciones nunca se sancionan. En la UE, el Registro de Transparencia exige que los lobistas se registren. Solo el 32% de las grandes corporaciones lo cumplen.

Ciudadanos iluminan la oscuridad con linternas de transparencia mientras un regulador joven recibe luz de esperanza.

¿Hay esperanza?

Sí. Pero no viene de arriba. Viene de cambios estructurales.

Canadá introdujo un programa de entrenamiento para reguladores que redujo el tiempo de reuniones con la industria en un 27% y aumentó las consultas con grupos de consumidores en un 43%. Nueva Zelanda, entre 2016 y 2022, logró reducir la adopción de regulaciones favorables a la industria del 68% al 31% con un proceso independiente de evaluación de impacto.

En 2023, la Comisión Europea lanzó el programa REFIT, que exige que al menos el 40% de los miembros de los comités asesores sean representantes de consumidores, no de empresas. En Francia, la "Convención Ciudadana para el Clima" logró reducir la influencia del sector energético en las políticas climáticas en un 52% al involucrar a ciudadanos comunes en la toma de decisiones.

Y en EE.UU., la Comisión Federal de Comercio lanzó su "Iniciativa de Captura Regulatoria" en marzo de 2023, con un presupuesto de $23 millones para crear una Oficina de Integridad Regulatoria, que exigirá transparencia total en las interacciones con la industria.

El futuro es incierto, pero no es inevitable

La captura regulatoria no es un defecto accidental del sistema. Es una consecuencia lógica de desigualdades de poder, recursos y conocimiento. Mientras las empresas tengan más dinero, más información y más acceso que los ciudadanos, seguirán ganando.

Pero los ciudadanos no están desarmados. La transparencia, la participación ciudadana, la supervisión legislativa constante y la formación ética de los reguladores son herramientas reales. No son soluciones mágicas. Pero son las únicas que funcionan.

La pregunta no es si la captura existe. La pregunta es: ¿qué tan dispuestos estamos a hacer algo al respecto? Porque mientras más tiempo pase sin acción, más difícil será revertirlo.

¿La captura regulatoria es lo mismo que la corrupción?

No siempre. La corrupción implica sobornos, pagos ilegales o actos delictivos. La captura regulatoria puede ocurrir sin que nadie rompa la ley. Es más sutil: es cuando reguladores, por relaciones cercanas, dependencia técnica o presión política, terminan priorizando los intereses de la industria sobre los del público. Puede ser legal, pero no es ético ni democrático.

¿Qué sectores tienen más riesgo de captura regulatoria?

Los sectores con mayor riesgo son los que tienen altos beneficios concentrados y alta complejidad técnica. Según el Banco Mundial, la industria financiera tiene el mayor riesgo (67%), seguida por la energética (58%) y la farmacéutica (52%). Estos sectores generan enormes ganancias, tienen equipos legales y técnicos poderosos, y dependen de regulaciones específicas para operar. Por eso invierten tanto en influenciarlas.

¿Por qué los reguladores no se dan cuenta de que están siendo capturados?

Muchas veces no se dan cuenta porque no lo ven como una traición. Piensan que están siendo razonables, pragmáticos o técnicamente correctos. La captura cultural los hace empatizar con las empresas que regulan. Se vuelven parte del mismo ecosistema profesional. Es como un médico que termina pensando como la industria farmacéutica: "esto es lo que funciona", sin cuestionar si es lo mejor para los pacientes.

¿Qué puedo hacer como ciudadano para combatir la captura regulatoria?

Puedes exigir transparencia. Lee los comentarios públicos que las agencias reciben antes de aprobar nuevas reglas. Participa en audiencias. Apoya a organizaciones de consumidores. Presiona a tus representantes para que aumenten la supervisión legislativa y exijan periodos de enfriamiento más largos. Tu voz, aunque pequeña, es parte de un movimiento más grande. La captura se alimenta del silencio.

¿Está la captura regulatoria aumentando o disminuyendo?

Está aumentando. El Foro Económico Mundial la clasifica como el séptimo riesgo más grave para la gobernanza a largo plazo, con un 68% de probabilidad de empeorar en la próxima década. La complejidad de la tecnología (como la inteligencia artificial o las criptomonedas) y el aumento del gasto en lobby (por ejemplo, $128 millones en EE.UU. en 2022 solo para cripto) están haciendo más difícil que los reguladores mantengan la independencia. Pero también hay movimientos de resistencia, como las convenciones ciudadanas, que muestran que es posible revertirlo.

15 Comentarios

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    Raquel Benzor

    noviembre 18, 2025 AT 06:59

    Esto no es un problema, es una característica del sistema. Las empresas no compran a los reguladores, los entrenan. Y cuando los reguladores salen, se van a ganar el doble. ¿Crees que es casualidad? No. Es diseño. Y nosotros, los ciudadanos, somos el precio de mantener el "orden".

    El azúcar? 33 dólares al año? Sí, pero eso suma 11 mil millones. Y nadie se levanta. Porque no es un solo golpe, es un corte lento. Y el dolor es tan pequeño que lo ignoramos hasta que ya no podemos caminar.

    Y no, no es corrupción. Es algo peor: es legal.

    ¿Qué vamos a hacer? Nada. Porque si te molestan por $33, no te van a escuchar por $11 mil millones.

    Estoy cansada de ser la única que lo dice.

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    Héctor Mora

    noviembre 18, 2025 AT 07:45

    ¡Oye, esto es importante y no lo estamos tratando como tal! No podemos seguir mirando para otro lado. La captura regulatoria no es un detalle técnico, es un ataque a la democracia.

    ¿Sabes qué es lo más loco? Que todos sabemos que pasa, pero nadie quiere hacer ruido. Porque nos dicen: "es muy complejo", "no entiendes", "tú no tienes los datos". Pero nosotros somos los que pagamos. Los que vivimos con las consecuencias.

    La solución no está en los políticos. Está en nosotros. En organizar. En exigir. En leer los comentarios públicos de las agencias. En ir a las audiencias. En apoyar a las ONG que luchan contra esto.

    Si no lo hacemos ahora, en 10 años ni siquiera podremos elegir qué comer, qué medicina tomar o cuánto pagar por la luz.

    ¡No es teoría, es vida! ¡Y podemos cambiarlo juntos!

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    Edith Casique

    noviembre 18, 2025 AT 09:03

    Y MIRA QUE NO ME HABLA DE LO MISMO QUE ME PASÓ CUANDO TRABAJÉ EN UNA AGENCIA DE SALUD...

    ¿SABES QUÉ HACÍAN? QUE LOS EJECUTIVOS DE LAS FARMACÉUTICAS NOS INVITABAN A CAFÉS, NOS DECÍAN "TÚ SABES CÓMO SON LAS COSAS", NOS DECÍAN QUE "NO ES TAN MALO COMO PARECE"... Y UN DÍA, TE DESPIERTAS Y ESTÁS PENSANDO COMO ELLOS.

    Y CUANDO INTENTAS DECIRLO, TE DICEN "NO ESTÁS ENTENDIENDO LA COMPLEJIDAD". ¡LA COMPLEJIDAD ES UNA MENTIRA PARA QUE NO TE OPONGAS!

    Y AHORA ESTÁN HACIENDO LO MISMO CON LA IA. ¡ESTÁN CAPTURANDO TODO! ¡Y NADIE SE DÁ CUENTA!

    ¡YO ESTOY HARTA! ¡NO ES SOLO AZÚCAR, ES TODO! ¡ES EL AGUA, ES LA ENERGÍA, ES TU FÁRMACO, ES TU CLIMA!

    ¿QUÉ ESPERAMOS? ¿QUE NOS VENGA UN ÁNGEL A SALVARNOS?

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    Ivette Amaya

    noviembre 19, 2025 AT 16:51

    Es verdad lo que dicen. Yo trabajé en una agencia de energía hace cinco años. La presión era sutil, pero constante. Las reuniones con las empresas eran "técnicas". Los informes que recibíamos eran de ellas. Los expertos que contratábamos... también venían de ellas.

    Al principio pensaba que era normal. Luego, empecé a notar que cada vez que proponía algo más estricto, alguien decía: "eso puede afectar la inversión", o "no hay suficiente evidencia".

    Y la verdad? No había evidencia porque ellos no la daban. Y si la pedías, te decían que no teníamos presupuesto para investigar.

    No es malvado. Es estructural. Y es más difícil de arreglar porque nadie lo ve como un problema. Solo como "la forma en que siempre ha sido".

    Me alegra que por fin se esté hablando de esto.

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    Karina Alvarez

    noviembre 20, 2025 AT 03:08

    Me encanta que por fin alguien hable de esto sin dramatizar. No es un complot, es un sistema. Y es eficiente. Muy eficiente.

    Las empresas no necesitan sobornar. Solo necesitan tener más tiempo, más dinero, más expertos, y más paciencia que nosotros.

    Y nosotros? Estamos distraídos con memes, con redes, con el costo de la leche. Pero no con el costo de la regulación.

    Es un problema de escala. Pequeños costos dispersos. Grandes ganancias concentradas.

    Y sí, la solución es participar. Pero no es fácil. Porque nadie te va a dar un premio por leer un informe regulatorio.

    Y eso... es el problema real.

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    andrea diaz cueto

    noviembre 20, 2025 AT 05:01

    ¿Y tú crees que eso va a cambiar? Jajaja. Claro, como si los políticos fueran a votar una ley que les quite el dinero. La UE tiene su "registro de transparencia"... y el 68% de las empresas no lo cumplen. ¿Y qué pasa? Nada. Porque no hay consecuencias.

    La captura no es un error. Es el producto final del capitalismo. Y si tú crees que con una "convención ciudadana" se arregla todo... te estás engañando.

    La única forma de cambiarlo es quitándoles el poder económico. Y eso? Eso es revolución. Y nadie quiere eso.

    Así que disfruta tu azúcar caro. Y tu luz cara. Y tu medicina cara. Porque nadie va a hacer nada.

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    Rubén Garcia

    noviembre 21, 2025 AT 10:52

    Todo esto es una falacia. La captura regulatoria no existe. Es una teoría de conspiración de izquierdistas que quieren más impuestos y menos empresas.

    Las agencias reguladoras no están "capturadas". Están bien entrenadas. Las empresas tienen experiencia, conocimiento técnico, y personal calificado. ¿Qué esperas? ¿Que un funcionario de 35 años que no ha trabajado en la industria entienda la ingeniería de un reactor nuclear?

    Y el "revolving door"? Es lógico. ¿Quién mejor que alguien que conoce el sistema para mejorar el sistema?

    Y por cierto, el azúcar es caro porque hay cuotas de importación. No por captura. Por protección nacional. ¿Quieres que importemos todo y nos queden sin trabajo los productores mexicanos?

    Esto es lo que pasa cuando la gente no entiende economía. Solo ve conspiraciones.

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    Andrea D.

    noviembre 22, 2025 AT 05:34

    Esto es solo la punta del iceberg. No te creas que es solo azúcar y energía. El control de las agencias es total. La OMS, la FDA, la EMA... todas están bajo influencia. ¿Por qué crees que el aspartamo sigue siendo aprobado? ¿Por qué los pesticidas no se prohíben? ¿Por qué la vacuna de Pfizer se aprobó en 11 meses y nadie pidió los datos completos?

    Todo está conectado. Las mismas personas que regulan los medicamentos, luego trabajan para las farmacéuticas. Las mismas que escriben las leyes de IA, luego son contratadas por Google y OpenAI. Y las mismas que aprueban los fondos de pensiones, luego trabajan para los hedge funds.

    Y lo peor? Nadie lo dice en los medios, porque los medios también están capturados. ¿Quién financia los periódicos? Las corporaciones. ¿Quién financia los canales? Las corporaciones.

    Estamos viviendo en una dictadura corporativa disfrazada de democracia. Y tú, mientras lees esto, estás pagando por tu propia esclavitud. Con tu tarjeta. Con tu impuesto. Con tu silencio.

    Y si te atreves a hablar, te llaman "conspiranoico". Porque el sistema no tolera la verdad. Solo la aceptación.

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    Laura Ribeiro

    noviembre 23, 2025 AT 15:48

    Me encanta que alguien haya puesto esto tan bien. Pero me duele que nadie lo lea.

    Yo trabajo en una agencia de consumo. Y cada vez que propongo una norma más estricta, me dicen: "no hay consenso con la industria". ¿Consenso? ¿Con quién? ¿Con los que ganan millones y nosotros perdemos decenas de dólares?

    El problema no es que no haya leyes. Es que no hay voluntad política para aplicarlas.

    Y lo peor? Que cuando un regulador intenta hacer lo correcto, lo aislan. Lo marginan. Lo hacen parecer un extremista.

    La cultura de la complacencia es más fuerte que cualquier ley.

    Y no, no es solo en EE.UU. Aquí en España también pasa. En el sector alimentario, en el farmacéutico... en todos.

    Estoy cansada de ver cómo se sacrifica la salud pública por el beneficio de unos pocos.

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    ibanez art

    noviembre 25, 2025 AT 00:06

    La captura regulatoria es un fenómeno de poder asimétrico, no de corrupción. Es un caso clásico de teoría de juegos: los actores con mayor capital (económico, informativo, institucional) siempre dominan el equilibrio.

    Lo que nos falta no es más regulación, sino más contrapesos. Y esos contrapesos no vienen del gobierno. Viene de la sociedad civil organizada.

    La transparencia es una herramienta poderosa, pero solo si se usa. Si no hay ciudadanos leyendo los informes, si no hay periodistas investigando, si no hay universidades independientes analizando los datos... entonces el registro de transparencia es solo un acto de teatro.

    La solución no es moral. Es institucional. Necesitamos agencias con presupuestos independientes, con plazos de enfriamiento de 7 años, y con representación ciudadana obligatoria en los comités técnicos.

    Y no, no es utopía. Canadá lo hizo. Nueva Zelanda lo hizo. ¿Por qué nosotros no?

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    Rommy Hernandez

    noviembre 26, 2025 AT 14:40

    Te entiendo, y no estás sola. Yo también he estado ahí. En reuniones donde te dicen: "esto es lo que necesitamos", y tú sabes que no es lo que el público necesita.

    Pero no te desanimes. Hay cambios. Pequeños, sí. Pero reales.

    La iniciativa de la Comisión Europea con el 40% de representantes de consumidores? Eso es un gran paso. Y la Convención Ciudadana en Francia? Genial. Porque cuando la gente común participa, se rompe la burbuja.

    Lo que necesitamos es más gente como tú: que no se rinda, que no se calle.

    Empieza por tu municipio. Lee los avisos de las agencias. Escribe un comentario. Asiste a una audiencia. No es mucho, pero es un comienzo.

    Y si lo haces, sabrás que no estás sola. Hay miles de nosotros.

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    Stacy Mina

    noviembre 28, 2025 AT 08:21

    esto es lo que pasa cuando nadie lee los detalles pero todos se quejan del resultado

    yo trabajo en una empresa de energía y te juro que los reguladores no son malos, solo están sobrecargados y no tienen ni tiempo ni dinero para entender lo que les mandamos

    si no les das datos claros y completos, ellos no pueden hacer nada

    no es que nos capturen, es que no tenemos otra opción que darles lo que ellos necesitan para funcionar

    pero si tú quieres que cambie, haz tu parte: participa en las consultas públicas, no solo critiques desde el sofá

    porque si no lo haces, no tienes derecho a quejarte

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    Oscar Solis

    noviembre 29, 2025 AT 12:08

    Interesante, pero me pregunto: ¿qué pasa con los países donde la regulación es más débil? ¿No hay captura allí? ¿O simplemente no hay agencias para capturar?

    En algunos países en desarrollo, no hay regulación porque no hay capacidad. Y eso es peor. Porque no hay nadie que te proteja, ni siquiera con intereses corruptos.

    Entonces, ¿es mejor tener una agencia capturada, o ninguna? ¿O acaso la solución es crear agencias fuertes, independientes, con recursos, y con supervisión ciudadana?

    Y si es así, ¿por qué nadie habla de financiarlas? ¿Por qué siempre se recortan los presupuestos de las agencias reguladoras y nunca los de las corporaciones?

    Esto no es solo ética. Es economía. Y es política. Y nadie quiere tocarlo.

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    Maria Fernanda Alvarado Jiménez

    noviembre 30, 2025 AT 01:59

    Me conmovió profundamente este post. No solo por lo que dice, sino por lo que no dice: la desesperanza. Porque si tú crees que esto no se puede cambiar, entonces ya perdiste.

    La historia nos enseña que los cambios más grandes no vienen de los poderosos, sino de la gente que se cansó de callar. Las leyes de protección laboral, el derecho al voto de las mujeres, la prohibición del tabaco en espacios públicos... todos empezaron como ideas locas.

    La captura regulatoria no es inevitable. Es una elección. Y cada vez que un ciudadano lee un informe, asiste a una audiencia, firma una petición, o simplemente habla de esto con su familia, está eligiendo no aceptarla.

    No necesitas ser experto. Solo necesitas ser constante.

    Y si tú estás leyendo esto, ya estás en el camino.

    Gracias por no callar. No estás sola. Estamos contigo. Y vamos a seguir luchando. Porque la democracia no se defiende con gritos, sino con acciones pequeñas, pero constantes.

    Y yo, por mi parte, voy a leer el próximo informe de la AEMPS. Y voy a escribir un comentario. Y lo voy a compartir. Porque si no lo hago yo... ¿quién lo hará?

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    Héctor Mora

    diciembre 2, 2025 AT 00:40

    Gracias por este comentario, María Fernanda. Es exactamente lo que necesitamos más: no solo denunciar, sino proponer acción.

    Yo empecé a ir a las audiencias públicas de la AEMPS. No es fácil. No hay mucha gente. Pero cada vez que voy, me doy cuenta de que hay más de nosotros de los que pensamos.

    Y si tú lees esto y no sabes por dónde empezar: busca el portal de transparencia de tu agencia nacional. Busca las consultas abiertas. Lee el documento. Escribe tu comentario. No tiene que ser largo. Solo sincero.

    Porque la captura se alimenta del silencio.

    Y nosotros? Nos alimentamos de la acción.

    ¡Vamos a cambiar esto, juntos!

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