Algas: qué son, para qué sirven y cómo incluirlas en tu día a día

Si alguna vez has visto esas plantas verdes flotando en el mar y te has preguntado si pueden servirte, estás en el sitio correcto. Las algas no son sólo decoración para acuarios; son una fuente potente de nutrientes que pueden mejorar tu salud de forma natural.

Tipos de algas más populares

Hay muchísimas variedades, pero las que más se usan en suplementos son la espirulina, la chlorella y el kelp. La espirulina es una cianobacteria rica en proteínas, vitaminas B y hierro. La chlorella contiene clorofila y ayuda a desintoxicar el cuerpo. El kelp, una alga marina marrón, aporta yodo, esencial para la tiroides.

Otros tipos como la dulse y el nori aparecen en la cocina asiática y también ofrecen minerales y fibra. Cada una tiene un perfil único, así que la mejor elección depende de lo que quieras conseguir: energía, apoyo inmunitario o salud tiroidea.

Cómo elegir y usar suplementos de algas

Antes de comprar, revisa que el producto sea de una marca reconocida y que indique claramente el origen y el proceso de secado. Busca certificaciones de calidad y evita fórmulas con añadidos artificiales.

La dosis típica varía entre 1 y 3 g al día para la espirulina y la chlorella, y entre 200 µg y 300 µg de yodo para el kelp. Empieza con la mínima y aumenta poco a poco si no notas efectos secundarios.

Los suplementos pueden tomarse en polvo, en tabletas o en cápsulas. El polvo se mezcla bien en batidos, yogur o agua, mientras que las tabletas son más prácticas para llevar al trabajo.

Una regla de oro: si sientes malestar estomacal, reduce la cantidad o cambia a una marca diferente. Algunas personas son sensibles al alto contenido de yodo de las algas marinas, así que controla tu ingesta si tienes problemas de tiroides.

Además de los suplementos, puedes incorporar algas frescas en tus comidas. Un puñado de nori picado en ensaladas, o kelp seco rehidratado como acompañamiento de sopas, aporta fibra y sabor sin complicaciones.

En resumen, las algas son una herramienta sencilla para dar a tu cuerpo vitaminas, minerales y antioxidantes de origen natural. Elige productos de calidad, comienza con dosis bajas y observa cómo te sientes. Con un poco de experimentación, encontrarás la forma perfecta de aprovechar sus beneficios sin sacrificar tu rutina diaria.